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La seguridad de nuestro hogar es una prioridad, y una parte fundamental de ella es la protección activa contra incendios. Sin embargo, más allá de la tranquilidad que proporciona, el correcto mantenimiento de estas instalaciones es una obligación legal ineludible para todas las Comunidades de Propietarios. En Debrán Administraciones, queremos arrojar luz sobre esta responsabilidad crucial para garantizar tanto la seguridad de los vecinos como el cumplimiento normativo.
En el día a día de una comunidad, es fácil pasar por alto la importancia de los extintores, las bocas de incendio o la señalización de emergencia. No obstante, estos elementos son la primera línea de defensa ante una emergencia y su eficacia depende directamente de un mantenimiento riguroso y profesional.
La principal regulación que establece las reglas del juego es el Reglamento de Instalaciones de Protección contra Incendios (RIPCI), aprobado por el Real Decreto 513/2017. Esta normativa no solo detalla qué empresas están cualificadas para realizar el mantenimiento, sino que también define la periodicidad y las operaciones que deben realizarse en cada uno de los sistemas.
Junto al RIPCI, el Código Técnico de la Edificación (CTE), en su Documento Básico de Seguridad en caso de Incendio (DB-SI), establece qué dotaciones mínimas debe tener cada edificio según su año de construcción, altura y características (especialmente en garajes).
La ley es inequívoca: la Comunidad de Propietarios, como titular de la instalación, es la responsable final de que todos los equipos y sistemas de protección contra incendios estén en perfecto estado de funcionamiento.
Esta responsabilidad implica la obligación de contratar a una empresa mantenedora debidamente autorizada para llevar a cabo las revisiones periódicas. La elección de una empresa no cualificada o la omisión del mantenimiento puede acarrear graves consecuencias.
El RIPCI establece un calendario de mantenimiento claro y detallado. Aunque cada equipo tiene sus especificidades, las obligaciones generales para una comunidad son:
Operaciones trimestrales: Comprobaciones visuales y de accesibilidad de extintores, BIEs (Bocas de Incendio Equipadas), pulsadores de alarma y señalización. La empresa mantenedora suele realizar estas comprobaciones para asegurar que todo está en su sitio y en aparente buen estado.
Revisión anual obligatoria: Esta es la revisión clave. Una empresa mantenedora autorizada debe realizar una inspección exhaustiva de todos los sistemas. En el caso de los extintores, por ejemplo, se verifica el estado del agente extintor, la presión, y se realiza el retimbrado (prueba de presión hidráulica) cada 5 años.
Inspección periódica por un Organismo de Control Autorizado (OCA): Cada diez años, la instalación debe ser inspeccionada por una entidad independiente (OCA). Este organismo verifica que la instalación cumple con la normativa y que el mantenimiento se ha realizado correctamente. El informe favorable de la OCA es fundamental para validar la seguridad de la finca.
Toda operación de mantenimiento, ya sea trimestral o anual, debe quedar debidamente registrada en un acta o certificado. La empresa mantenedora debe entregar este documento a la comunidad. Es obligación de la Comunidad de Propietarios conservar estas actas por un período mínimo de 5 años y tenerlas a disposición de las autoridades competentes.
Ignorar estas obligaciones no solo pone en grave riesgo la vida de los vecinos, sino que también tiene serias implicaciones legales y económicas:
Responsabilidad civil y penal: En caso de incendio con daños personales, la falta de mantenimiento puede derivar en responsabilidades para la Comunidad y su Presidente.
Problemas con el seguro: La compañía aseguradora podría negarse a cubrir los daños si se demuestra que las instalaciones de protección contra incendios no cumplían con el mantenimiento legalmente exigido.
Sanciones administrativas: Las autoridades pueden imponer multas significativas a las comunidades que no cumplan con el RIPCI.
En Debrán Administraciones, entendemos la complejidad de esta normativa y la gran responsabilidad que supone. Por ello, nos encargamos de:
Gestionar la contratación de empresas mantenedoras autorizadas y solventes.
Velar por el cumplimiento del calendario de revisiones obligatorias.
Supervisar la correcta recepción y archivo de todas las actas y certificados.
Coordinar las inspecciones periódicas de la OCA.
Garantizar la seguridad y el cumplimiento legal de su comunidad es nuestra razón de ser. Si tiene cualquier duda sobre el estado de sus instalaciones o desea revisar su plan de mantenimiento, no dude en contactar con nosotros. Su tranquilidad es nuestra prioridad, contáctenos y lo comprobará.
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